martes, 23 de agosto de 2016

67. LISABÖ


EZARIAN (2000)

1.  Narrazti gizakiaren sehaska kanta
2.  Hemen naiz ez gelditzeko baina
3.  Aurreiritziak
4.  Gezur erraza
5.  Ur gainean
6.  Ez nago maitatzeko prest
7.  Merezi du
8.  Murgilduta
9.  Ideiak itotzen dira
10.  Zer egiteko gai gara?
11.  Eraikitzen

Junto a DUT, otro intenso grupo fue la punta de lanza del post-rock vasco. Surgidos en la localidad de Irun en 1998, a los pocos meses, los miembros de Lisabö ya teloneaban a la célebre banda norteamericana Fugazi en la sala Jam de Bergara (Gipuzkoa). "Lo de Fugazi fue algo genial. Lo que más me marcó fue verles cargar y descargar su material como si fueran un grupete que acaba de empezar. Desde aquel día valoro mucho ese tipo de cosas, es algo que te pone de nuevo en la tierra, porque a veces la música tiene ese punto de evasión. Esas pruebas de humildad siempre te vienen bien. Pero de Fugazi hemos aprendido también muchas más cosas, la forma en que llevan su sello, su coherencia a la hora de tocar o su línea de producción". 

Gracias al apoyo del sello vasco Esan Ozenki, "Ezarian" (2000), el primer álbum de Lisabö, causaría una enorme conmoción dentro y fuera de Euskadi. Debido a la fuerza de sus poéticas letras, a sus melodías tan desgarradas y a ess voces casi al límite, aquel memorable debut se convertiría, en poco tiempo, en un claro referente para multitud de bandas de post-rock de la zona. "Nuestras letras son personales, íntimas, pero es una intimidad que se contextualiza en la realidad que vivimos aquí en Euskadi. Son letras abiertas a muchas interpretaciones, que no se asfixian en la propia intimidad del que las escribe".
 
A pesar de sufrir cambios importantes en la formación, el grupo Lisabö continuó grabando nuevos discos a su ritmo, manteniéndose fiel a su particular sonoridad. Una de las bazas de Lisabö son sus directos. Juegan con los silencios y con partes de gran intensidad y, en vivo, va a más y más. Es bonito ver el juego de sus dos baterías. En los discos esto se pierde un poco, ya que no sabes quién toca qué, pero sobre el escenario resulta impactante. Las composiciones que hace la banda de Irun no entrañan demasiada dificultad técnica, ya que quieren que quien esté ahí sea alguien cercano. Todo está pensado para que, a la hora de transmitir emociones y vivir la canción, la cosa cuaje. Tras editar "Egun bat nonahi" (2002), un pequeño disco que contenía tres soberbios temas escritos por un exmiembro de Beti Mugan, Martxel Mariskal, los miembros de Lisabö presentarían "Izkiriaturik aurkitu ditudan gurak" (2004). Durante la grabación, la banda gipuzkoana contó con la ayuda de importantes conjuntos, como los asturianos Manta Ray o los franceses Experience. 

Aunque algo espaciados el tiempo, el oyente novel no puede pasar por alto dos obras tan impactantes como "Ezlekuak" (2007) y "Animalia lotsatuen putzua" (2011). "Está claro que el hecho de cantar en euskera supone un freno para mucha gente a la hora de comprar un disco, pero a nosotros nos da igual, continuaremos haciendo nuestros discos en euskera demostrando que es un idioma precioso, que encierra belleza en cualquiera de sus expresiones. Es nuestra lengua, y es la mejor de todas para decir "te quiero". Esas trabas lingüísticas irán cayendo, la gente al final es inteligente. Los que de verdad aman la cultura están por encima de todo. La cultura no va a cambiar el mundo, pero sí puede crear un poso en ti para que tu puedas rebelarte, tanto contra las cosas que te rodean como contra ti mismo".

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